primeramente querría decir.....
que no creo en los salvadores....
No basta con ser ateo y decir que dios no existe. Eso es solo la repetición neurótica de una persona que no logra superar la adolescencia y se opone a la imagen de dios para oponerse frontalmente a los símbolos culturales de sus padres. Y se opone a dios a la vez, con el designio adolescente de ignorar para ser notado... En definitiva... el odio a dios termina siendo la mayor parte de las veces el odio a no ser el favorito… el Cristo especial que camina sobre el agua.
En lo que no se cree en definitiva, es en que uno no es especial y que no tiene habilidades mágicas… Escepticismo resentido que busca negar con indiferencia su indignación por no poder controlar el mundo que lo rodea… la furia insolente del que no tolera no ser el principio… no ser el origen de todo….
Mientras que el creyente con una humildad resignada baja la cabeza y se inclina dócilmente ante lo sagrado, y olvida de ese modo que solo ha de rendirse con prudencia un ser eterno…. Solo puede resignarse a ser esclavo un ser celeste y todo poderoso… Lo propio del ser mortal, es el ser confortativo… el no tener miedo a nada… negarse a sostener cualquier migaja que posen sobre su espalda... pero el mortal y estúpido creyente, se adoctrina con facilidad a su vida de ángel caído y el ateo da golpes en el aire se cae en el vacío sin contener su violencia por no ser un dios. terminará así por luchar contra su anhelo en la distracción que solo una quimera tan estúpida podría sumergirlo…
Como sea, querer ser un inmortal, o comportarse como tal… no son destinos dignos del ser humano… la divinidad no se supera ni por refutación, ni por olvido, si no solo ante un silencio atento que se permite confrontar con las cosas sin mediación.
Los judíos, por dar un ejemplo, no creyeron que Cristo fuera el mesías. Y eso basto para que hoy, dos mil años después, sigan esperando la llegada de su salvador… Pero lo que es realmente curioso, es que los que si creyeron que era el hijo de dios… están hace dos mil años esperando a que vuelva…
¿¿No ser esto una pequeña muestra de que los salvadores no sirven…?? ¿¿Que el vacío que hay en uno no puede ser llenado por nadie??
Quizá… pero no estoy dispuesto a apoyarme para defender una idea en escrituras sagradas…
La religión no es ya un eje de discusión. Como dicen los amigos informáticos… “no alimentes al Trol”.
que no creo en los salvadores....
No basta con ser ateo y decir que dios no existe. Eso es solo la repetición neurótica de una persona que no logra superar la adolescencia y se opone a la imagen de dios para oponerse frontalmente a los símbolos culturales de sus padres. Y se opone a dios a la vez, con el designio adolescente de ignorar para ser notado... En definitiva... el odio a dios termina siendo la mayor parte de las veces el odio a no ser el favorito… el Cristo especial que camina sobre el agua.
En lo que no se cree en definitiva, es en que uno no es especial y que no tiene habilidades mágicas… Escepticismo resentido que busca negar con indiferencia su indignación por no poder controlar el mundo que lo rodea… la furia insolente del que no tolera no ser el principio… no ser el origen de todo….
Mientras que el creyente con una humildad resignada baja la cabeza y se inclina dócilmente ante lo sagrado, y olvida de ese modo que solo ha de rendirse con prudencia un ser eterno…. Solo puede resignarse a ser esclavo un ser celeste y todo poderoso… Lo propio del ser mortal, es el ser confortativo… el no tener miedo a nada… negarse a sostener cualquier migaja que posen sobre su espalda... pero el mortal y estúpido creyente, se adoctrina con facilidad a su vida de ángel caído y el ateo da golpes en el aire se cae en el vacío sin contener su violencia por no ser un dios. terminará así por luchar contra su anhelo en la distracción que solo una quimera tan estúpida podría sumergirlo…
Como sea, querer ser un inmortal, o comportarse como tal… no son destinos dignos del ser humano… la divinidad no se supera ni por refutación, ni por olvido, si no solo ante un silencio atento que se permite confrontar con las cosas sin mediación.
Los judíos, por dar un ejemplo, no creyeron que Cristo fuera el mesías. Y eso basto para que hoy, dos mil años después, sigan esperando la llegada de su salvador… Pero lo que es realmente curioso, es que los que si creyeron que era el hijo de dios… están hace dos mil años esperando a que vuelva…
¿¿No ser esto una pequeña muestra de que los salvadores no sirven…?? ¿¿Que el vacío que hay en uno no puede ser llenado por nadie??
Quizá… pero no estoy dispuesto a apoyarme para defender una idea en escrituras sagradas…
La religión no es ya un eje de discusión. Como dicen los amigos informáticos… “no alimentes al Trol”.
